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Entrega de premios del XLII Concurso Literario Molino de la Bella Quiteria

El Molino de la Bella Quiteria acogió el pasado 1 de julio la entrega de la XLII Edición de su Concurso Literario. A las 19:00 h. como marca la tradición y ante cerca de ciento cincuenta asistentes, Julia García Solana, nieta de los fundadores, tomó la palabra para dar la bienvenida a los asistentes. Con un entrañable discurso destacando el papel de su abuela, Dª Amparo Gavidia Murcia, cofundadora y actual motor del concurso y destacó la figura de la mujer en el entorno familiar, profesional, cultural y social. Tras su intervención, Sonia Varea leyó el acta del jurado donde se daba a conocer que en esta edición se habían presentado 105 trabajos de los cuales 52 eran de la modalidad de prosa y 53 de la de verso.

Los primeros oradores en intervenir fueron los ganadores de la modalidad de prosa. El tercer premio fue para Sergio Generelo Tresaco, de Logroño (La Rioja) con su trabajo “Yo te pregunto ¿quién es Laura?”. El segundo premio fue otorgado a Alfredo Jesús Sánchez Rodríguez de Castellar de Santiago (Ciudad Real) por su trabajo titulado “En Sevilla vendiendo torraos”. El primer premio de la modalidad fue para Esteban Torres Sagra de Aldeahermosa de Montizón en Jaén que leyó “Día de marras”.

El siguiente turno fue para los trabajos presentados en la modalidad verso. El tercer premio fue a parar a las manos de Fructuoso Atencia Requena de Munera (Albacete) por su trabajo titulado “Sinfonía de Amor a cuatro voces”. El segundo premio fue otorgado a Manuel Fernández de la Cueva Villalba, de Corral de Almaguer (Toledo), por su trabajo titulado “Adolescencia solitaria”. El primer premio fue el presentado por Julia Flores Arenas, de Villarrobledo (Albacete) y que recibió numerosos aplausos con la lectura de su trabajo “Más allá de la memoria”.

Una de las particularidades de este concurso además de la ceremonia de entrega, es que no cuenta con dotación presupuestaria para los ganadores. Todos los galardonados recibieron como obsequio una tradicional navaja albaceteña y una pieza artesanal elaborada por el artista conquense Adrián Navarro Calero, consistente en un cuadro realizado en policromía, siendo para cada premiado una creación única y exclusiva. Precisamente Adrián Navarro fue protagonista de otro de los momentos de esta entrega de premios cuando uno de los premiados, Alfredo Jesús Sánchez sorprendió a los asistentes con la entrega de un obsequio al artesano por sus muchos años de colaboración con el Concurso y al dedicarle unos versos inspirados en sus creaciones.

Tras la lectura de los premios tomó la palabra Dª Amparo Gavidia Murcia, para agradecer a patrocinadores, colaboradores, Jurado, instituciones y asistentes su participación en el certamen y el apoyo que recibe la familia año tras año para seguir organizando este Concurso.
Tras la foto de grupo de los ganadores, el jurado y la organización del Concurso, comenzaron a salir las sartenes de gachas, las fuentes con tajadas de hígado, tocino y güeñas, el queso y como postre los rolletes, todo ello regado con una tradicional cuerva que hizo que la velada se alargará hasta bien entrada la noche.

El Concurso Literario de la Bella Quiteria es uno de los concursos más longevos de la Región, llevándose celebrando ininterrumpidamente durante 42 años. Su fundadores fueron Enrique García Solana y Amparo Gavidia Murcia, quiénes construyeron el Molino de la Bella Quiteria en las inmediaciones de la zona de los Casares, donde la tradición oral sitúa la celebración de las Bodas de Camacho. Este célebre relato llegó a oídos de Cervantes de la mano de Fray Antonio Muñoz de Cabrera, monje munereño de la Orden Trinitaria, que compartió cautiverio con él en Argel y fue liberado en la misma expedición que Cervantes. Posteriormente el Príncipe de los Ingenios, decide incluir la narración de aquellas célebres Bodas de Camacho en la Segunda Parte de D. Quijote de La Mancha, capítulos XIX, XX y XXI antes de su llegada a la Cueva de Montesinos.

La familia García-Solana Gavidia celebra este concurso para fomentar las raíces manchegas, la cultura y el nexo de unión de Munera con D. Quijote de la Mancha. A la sombra de sus aspas se fusionan versos, cultura, gastronomía tradicional y la pasión por una tierra que ha visto a este concurso convertirse en un referente que ha traspasado nuestras fronteras un año más.