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Cómo ayudar a los niños a empezar a escribir cuentos y poesía

Se habla muy a menudo de lo bueno que es para los más jóvenes leer, pero, ¿y escribir?

Rebobinemos un poco. Cuando hablamos de enseñanza son dos actividades que casi, casi, las consideramos de forma indisoluble. En primera instancia aprendemos a leer, y el siguiente paso es aprender a escribir. Otra de las diferencias entre ambas actividades es que que al hablar de leer, al parecer se considera una actividad en la que se sigue profundizando toda la vida. Mientras que cuando hablamos de escribir se insiste casi más en el acto, digamos físico, de la caligrafía, que en la mejora continua de las capacidades para redactar bien, que quedan reducidas el ámbito de las clases de lengua.

Así, la mayoría de consejos que encontramos al buscar información sobre cómo animar a los niños a escribir, en principio se circunscriben a las primeras épocas de la educación.

Uno de estos consejos, por ejemplo, es dejar a los niños experimentar con el material escolar, dejarles que disfruten de la actividad, utilizando para escribir (y pintar), diversos bolígrafos, lápices de colores y rotuladores. Otros de los consejos están relacionados con promover los hábitos de lectura y escritura, mediante la implantación de rutinas. También está presente, por supuesto, el manido consejo de que si nosotros leemos, (y escribimos, se supone), ellos también lo harán. Manido, pero muy cierto.

Vamos a suponer que los niños ya saben escribir, lo que «en el cole» se considera saber escribir. Pero ahora queremos animarles a escribir textos de ficción. Igual que se les anima a leer, otra fantástica actividad para estimular la creatividad es, ¿por qué no?, escribir.

Se puede, por ejemplo, animar a los más peques a escribir un cuento. ¡Y nunca, se sabe, quizás más adelante se animen a enviar su obra a un concurso literario para niños, que también hay! En teoría, una de las competencias que tiene que adquirir un niño de primaria según la LOMCE es que «cree textos literarios (cuentos, poemas, canciones y pequeñas obras teatrales) a partir de pautas o modelos dados utilizando recursos léxicos, sintácticos, fónicos y rítmicos en dichas producciones«. Realmente desconozco la importancia que los maestros le dan a este tema; supongo que dependerá de cada caso.

Y no me olvido de los jóvenes, muy jovenes, poetas. Al igual que los cuentos, los poemas estimulan la creatividad de los más pequeños de la casa.  ¡Y recordad, es una excelente piedra de toque para empezar, pero hay vida más allá de Gloria Fuertes!